En un esfuerzo por celebrar y preservar la rica tradición artesanal de nuestro país, la Fundación Artesanías Chile llevó a cabo un emocionante taller de pompones Aymara hoy jueves 25 de abril en nuestra nueva biblioteca de la sede de Emiliano Zapata. Esta iniciativa, dirigida a los niveles de segundos y tercero básico, no solo promovió la creatividad entre los estudiantes, sino que también honró la herencia cultural de nuestras comunidades indígenas.
El taller, que se desarrolló en el marco de un proyecto educativo más amplio sobre diversidad cultural y valoración del patrimonio, se convirtió en una experiencia enriquecedora tanto para los estudiantes como para los facilitadores de la Fundación Artesanías Chile. Desde el momento en que se presentaron los materiales hasta la finalización de las coloridas creaciones, la atmósfera estaba impregnada de entusiasmo, aprendizaje y aprecio por las habilidades artesanales.
Los pompones Aymara, una técnica ancestral de tejido utilizada por la comunidad indígena Aymara en la región andina de América del Sur, se destacan por su colorido y su significado cultural. A través de este taller, los estudiantes tuvieron la oportunidad de aprender sobre la historia y el simbolismo detrás de esta forma de arte, así como también de desarrollar habilidades prácticas y creativas.
Cada paso del proceso fue guiado con cuidado y paciencia por los expertos de la Fundación Artesanías Chile, quienes compartieron su conocimiento con los jóvenes aprendices. Desde la selección de los hilos y colores hasta la técnica de tejido específica, los estudiantes exploraron y experimentaron, descubriendo la belleza y la complejidad detrás de cada detalle.
El taller no solo fue una oportunidad para aprender una nueva habilidad, sino que también se convirtió en un espacio para fomentar el trabajo en equipo, la concentración y la paciencia.
Como institución educativa, el Liceo Bicentenario Nueva Aurora está profundamente agradecido por la colaboración y el compromiso de la Fundación Artesanías Chile en la realización de este taller. Más allá de la adquisición de habilidades artísticas, esta experiencia dejó una impresión duradera en nuestros estudiantes, fomentando un mayor aprecio por la riqueza cultural de nuestro país y fortaleciendo los lazos entre las generaciones presentes y pasadas.
En conclusión, el taller de pompones Aymara fue mucho más que una actividad educativa: fue un viaje emocionante hacia el corazón de nuestra identidad cultural. Agradecemos a todos los involucrados por su dedicación y compromiso con el enriquecimiento de la experiencia educativa de nuestros estudiantes y la promoción del arte y la tradición en nuestra comunidad escolar.